Alfonso Gorbea Soto
Alfonso Gorbea Soto nació en Xalapa, Ver., el
15 de marzo de 1926, y fue sepultado el 17 de noviembre del presente año. Licenciado
en Derecho, estudió un posgrado en Ciencias Sociales Aplicadas en la Escuela Nacional
de Antropología e Historia. En 1963 estudió la carrera de Antropología Social
en la Universidad Veracruzana, posteriormente realizó el Doctorado en la UNAM. Miembro
destacado de la primera generación de la Facultad de Antropología y el primer
director egresado de la misma. Se desempeñó como profesor y director de la
Facultad de Antropología, así como director e investigador del Instituto de Antropología.
Uno
de sus primeros trabajos fue: Tlacoquemecatl, una villa condenada a muerte,
Universidad Veracruzana, 1962. Años después apareció su investigación Vida y milagros en San José. Colaboró en
las páginas de La Palabra y el Hombre en
1964, apareció su estudio “La acción concertada en una escuela correccional”. También
ofreció algunos materiales a la revista Cuadernos
antropológicos 1, que en su número, en 1983, dio
a conocer su ensayo “Trabajo
comunal y recíproco en la huasteca veracruzana."
En la revista Cuadernos del museo, enero-junio de 1985, no. 4, Álvaro
Brizuela Absalón, en su investigación “Los materiales etnográficos del Museo de Antropología de la Universidad
Veracruzana” anotó que “Considerando que el presente de la cultura veracruzana
forma parte de los objetivos para los que fue creado el Museo, a partir de 1965
los antropólogos Marcelo Díaz de Salas (┼), Heriberto García Salazar (┼),
Alfonso Gorbea Soto y Luis Reyes García empiezan a trabajar sobre la creación
de la sala de etnográfica; esto se ve reflejado en el Guión para sala de etnográfica
y para el año de 1966, los antropólogos citados escriben una Guía para la sala del Museo de Antropología,
donde se describen las tres zonas etnográficas del estado de Veracruz”.
En diciembre de 1994, se verificó un homenaje
a los decanos universitarios; Carlo Antonio Castro y Alfonso Gorbea Soto. Durante
este acto participaron Roberto Williams García y Félix Báez-Jorge quien
reconoció que de Alfonso Gorbea Soto, “Aprendimos con él no solamente el ABC de
la Antropología -en memorables seminarios- las contribuciones de Durkheim,
Malinowski, Herskovits, Redfield, Kardmier, Aguirre Beltrán o las de su maestro
Osear Lewis, nos condujo a formular nuestras primeras interrogantes sobre el
qué y al para qué del no siempre bien comprendido ni bien valorado oficio
antropológico. En sus ensayos especialmente a los dedicados a temas de
Antropología urbana, entendimos que
nuestra disciplina abarca horizontes que se sitúan más allá del estanco que
distingue entre lo primitivo y lo civilizado, imagen fantasiosa que se traduce
en etnocentrismos v racismos
vergonzantes. En tanto maestro que nos enseñó que la antropología ni comienza
ni termina en Veracruz, Alfonso Gorbea fue siempre abierto a la crítica y
pronto al diálogo, atributos no comunes en nuestro significado gremio.”
En la entrevista realizada
por Adriana Vivanco, en 2012, Alfonso Gorbea Soto aceptó que: “En mi
trayectoria académica tuve apoyo de muchos compañeros universitarios…
desgraciadamente todos han fallecido, me quedé solo, de mis compañeros no quedó
nadie, esto ha hecho que quiera terminar mis días todavía activo, porque sigo
activo, ya no hago trabajo de campo ni colaboro en la docencia, pero desde el
ámbito de la investigación documental sigo vinculado con la Universidad.”
Recordó además, lo siguiente; “Mi mamá decía
que yo era pata de perro porque no paraba en la casa más que a la hora de los
alimentos y para dormir, me la pasaba recorriendo y explorando todos los
resquicios de la ciudad de Xalapa…” “Soy
xalapeño de origen y nunca he salido de forma definitiva de mi terruño, siempre
he tenido las raíces metidas en Xalapa y en el barrio de San Francisco, en el
que nací, es así que desde temprana edad aproveché cuanto papel de
investigación llegara a mis manos y buscaba la relación de estos estudios con
mi entorno inmediato. Es claro que en ese entonces no sabía qué era la
antropología y no tenía idea del papel que jugaría en mi vida posteriormente
como pionero de la Facultad, entonces Escuela de Antropología de la UV.”
Hace varios años llevé a cabo una investigación sobre “Los
materiales bibliográficos de Alfonso Gorbea Soto en La Palabra y el Hombre”, y pude revisar algunos textos inéditos que
todavía se encuentran en el archivo técnico del Instituto de Antropología de la
Universidad Veracruzana. Actualmente con la crisis económica, política y cultural que experimenta nuestro país, con
los altos índices de violencia y corrupción, pobreza y miseria en más de la
mitad de los mexicanos, resulta imprescindible recordar los trabajos de Alfonso
Gorbea Soto. Principalmente porque tuvo la oportunidad de conocer y estudiar
con Oscar Lewis, quien realizó los profundos estudios acerca de la miseria y
marginación en cualquier rincón del territorio mexicano, sobre la antropología
de la pobreza.
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