Rafael Arias Hernández escribió en 1975, la
presentación de la revista “Texto crítico”, del entonces llamado Centro de
Investigaciones Lingüístico-Literarias de la Facultad de Humanidades. Señaló
que estas actividades editoriales formaban: “parte de un proyecto mucho más
amplio de la propia Dirección General Técnica, que incluye diversos temas de
las tareas académicas; baste con mencionar que se encuentran en periodo de
impresión diversas publicaciones sobre la educación universitaria. Esta tarea,
que intenta marchar acorde con las necesidades de nuestra Universidad, se
inscribe al mismo tiempo en el dominio más amplio de las necesidades y
exigencias de la universidad latinoamericana”.
De esta manera, nació este
proyecto editorial bajo la dirección de Jorge Ruffinelli. A partir aquel
momento la revista “Texto crítico”, se consolidó como fuente de información bibliográfica y
estudios relacionados con el movimiento literario de nuestros países. También en
el Centro de Investigaciones Lingüístico-Literarias se llevaron a efecto
interesantes presentaciones de autores y libros trascendentales de nuestras
letras. Aunque se debe recordar que la valiosa serie Ficción de la Universidad
Veracruzana vivió sus mejores momentos en los años sesenta cuando se publicó,
entre otras obras, el libro de relatos Dormir
en tierra, de José Revueltas, autor considerado
por Octavio Paz, en esos años, como
el más importante novelista mexicano.
Conviene revisar el breve
intercambio epistolar entre Sergio Galindo Márquez y José Revueltas, para
asombrarse de este significativo diálogo entre dos autores que le dieron
prestigio a la narrativa de México. La lectura y recomendación de Galindo
reflejaba el papel crítico de un verdadero conocedor y amante de la literatura,
en donde se atrevió a sugerir una observación. La respuesta de José Revueltas
fue determinante: Bien; le propongo que usted y Carballido se aconsejen sobre
el particular y decidan lo que deba hacerse, en el entendimiento de que yo
acataré su fallo con absoluta conformidad”.
Posteriormente, José
Revueltas impartió dos conferencias en el CILL, en agosto de 1972. Al mismo
tiempo, ofreció sus reflexiones de “Apuntes de un diario”. Además se incluyó en
las páginas de “Texto crítico”, No. 2, Julio a Diciembre de 1975, un trabajo
realizado colectivamente durante el Seminario de Lectura Crítica. Participaron
como becarios Antonio Pino Méndez, Luis Arturo Ramos, Juan Ventura Sandoval, y
Sergio González Levet, con la coordinación de Jorge Rufinelli, entre mayo y
junio de 1975. La segunda parte del diálogo con Revueltas se grabó el 9 de
agosto de 1975.
José
Revueltas recomendó que: “como yo soy dialéctico materialista, el arma de la
dialéctica, me ha servido increíblemente y he ido tratando de perfeccionar lo
más que he podido un concepto de dialéctica y su aplicación a la literatura.
Siempre estoy aconsejando a los compañeros escritores: estudien dialéctica,
estudien a Hegel, porque la riqueza del instrumento es increíble es verdaderamente
mágica, si no fuera contradictorio usar la palabra magia”. Por otra parte, Luis
Arturo Ramos dio a conocer un fragmento de su tesis “Revueltas y el grotesco”,
y Publio Octavio Romero incluyó su ensayo “Los mitos bíblicos en El luto humano”; y agregó su
“Bibliografía de José Revueltas”, publicada en Xilote, 1977, a la cual se
agregaron fichas posteriores añadidas por el CILL.
En la revista “Cosmos”, No. 17, Agosto de 1975, se
recogieron dos textos de José Revueltas: “El oficio de escritor”, y “Las
evocaciones requeridas”. El primero correspondió a una conferencia impartida en
el mencionado mes, con la transcripción de Arturo Reyes Isidoro. Resulta
fundamental leer en voz alta el siguiente párrafo: “Vuelvo a repetir partiendo
de una frase que cito de memoria donde Hegel decía lo siguiente: "No se
puede describir lo oscuro sino en términos de oscuridad"; esto me parece
que lo afirma en las lecciones de Historia de filosofía refiriéndose
precisamente a Heráclito, llamado el "oscuro". Los problemas que
suscitaba Heráclito, conocido entonces con ese mote, no es que fuesen oscuros
sino que requerían una parabolización, una expresión indirecta para caer en la
consecuencia que él buscaba. El hablaba del fuego como del principio de todo lo
existente: que el universo es un fuego e incesantemente se apaga aquí y allá,
de una manera constante. Si penetramos en este enunciado de Heráclito, lo
comprendemos mejor ya a la luz del desarrollo científico contemporáneo, y mucho
más, después del desarrollo de las ciencias físicas y naturales. Dentro de este
enunciado casi poético de Heráclito había un gran contenido filosófico. Con lo
que acabo de decir quiero despojar a la literatura de los prejuicios en torno
de una claridad que puede convertirse en simplismo, simplismo que es lo
contrario de la sencillez.”
José Revueltas colaboró en “La Palabra y el
Hombre”. Es suficiente señalar que en el número 23, Julio-septiembre de 1977 publicó:
“Dos poemas inéditos”, escritos en 1939. Dio a conocer su reflexión “TV y Cultura
en los Juegos Deportivos”, y su articulo “Los sueños y grabados de José
Guadalupe Posada”. En el cual definió que: “Posada no tenia por qué mirar al
pueblo, estaba inmerso en él y se miraba en nosotros como un ser el mismo, los
demás, sin nada diferente ni que le
fuera ajeno, separado, que no le perteneciera. Las gentes que lo rodeaban que
vivían en la misma vecindad y en el mismo barrio, que usaban el mismo tranvía a
la misma hora, eran las que hacían el trabajo de Posada”.
En el número 46, de La Palabra y el Hombre, Abril-junio de 1983, se incluyeron las
cartas en torno a Dormir en tierra, de
Sergio Galindo y José Revueltas. Jorge Ruffinelli y José Ortega publicaron sus
aproximaciones críticas a la obra literaria de José Revueltas, quien nació en Santiago
Papasquiaro, Durango, el 20 de noviembre de 1914; murió en la Ciudad de México,
el 14 de abril de 1976. Narrador, dramaturgo y ensayista. Autor de valiosos
ensayos incluidos en el libro El
conocimiento cinematográfico y sus problemas, publicado por la UNAM, en
1965. Su presencia en la Universidad Veracruzana enriqueció
el panorama literario y filosófico del estado de Veracruz.
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