martes, 9 de marzo de 2010

Conmemoración de la revolución mexicana




Por Alberto Hernández Vásquez


La revista Cultura de VeracruZ, en su número 51, correspondiente a enero 2010, ofrece las colaboraciones de once autores diversos. Participan con relatos, poesía, y reseñas, Irving Ramírez, da a conocer su texto: "De tu mirada, los rieles", donde enseña su talento literario a través de esta breve muestra de su reciente producción narrativa. En seguida, Yuriria Salvador Hernández, con su cuento: "La Desgracia", refleja su constante preocupación por alcanzar las verdaderas características de la creación literaria. Irving Ramírez es uno de los más importantes escritores veracruzanos, y Yuriria Salvador Hernández representa a la nueva generación de autores originarios de la capital veracruzana.
Armando Castellanos, nació en 1951. Cursó la licenciatura en filosofía en la UNAM. Ha sido docente en filosofía, ciencias sociales, historia y teoría del arte, en instituciones de educación superior (UNAM, UAM, INAH, INBA, Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo); promotor cultural en diversas dependencias públicas; traductor de textos y editor. Colabora, en Cultura de VeracruZ, con una breve muestra de su obra poética. Hay que destacar algunos versos, en los cuales Armando Castellanos alcanza alturas sobresalientes en este género literario: "no sucede el poema /
cuando dubitas en medio de nada / sin saber qué sigue / con un fragmento de vidrio en la mano / a manera de espejo / el cepillo dental en el bolsillo trasero / y los zapatos chuecos / después de tantos zapatos/… / entonces se anuncia / que llegará contrarreloj el siglo siguiente / el futuro / y estás dispuesta de la mano conmigo / a correr la aventura milenaria de no trascender / reciclar sin pudor / todo el paisaje / y sucede el poema".
El autor xalapeño Omar Piña, colabora con su poema: "Suspiros de sonrisa, seculorum": y revive la época colonial: "Con calenturas, viruelas constantes, / indio: “tlatoani empobrecido, virulento, cobarde-mujer,” le dijeron; / rompía los vitrales de la Catedral Metropolitana… / Piedras… puños de arrojo celeridad / …no sabe oír… / añicos medievales, hieren manos al mediodía… Zócalo de sangre, / Villancicos, jerónima, primer servicio liturgia, muy noble y leal, / salve Dios, ciudad y controle aguas / dialecto indiano, Juana Inés, respiración de tocotines".
Álvaro Brizuela Absalón, retorna al pasado recordando imágenes, como pequeños relatos, y fragmentos de escritos rescatados en sus diarios de campo. Como antropólogo siempre lleva sus libretas de apuntes que van formando parte de reflexiones que se unen en el tiempo y el espacio. Importantes líneas acerca de la cuestión existencial frente al paso del tiempo. Vale la pena también admirar el diseño de cada página y la escritura exacta y próxima al pensamiento filosófico.
"Sonidos, colores compuestos de imágenes polimórficas, llegaban en ciertos momentos del día o de la noche. A veces irrumpían en mi cuarto de paredes blancas, ritmos que convergían en danzas celestes. Se detuvo el tiempo para dejarme flotar en ritmos atemporales, como lo que nos devuelve la música, cuando nos sumerge en ese lapso de nostalgia. Hoy me encontré con esos breves relatos, y aunque no fue la intención, los comparto con los lectores de Cultura de VeracruZ", confiesa Álvaro Brizuela Absalón.
Alicia Yolanda Dorantes Cuellar, da a conocer su articulo: "Veracruz amurallado", donde realza una retrospección y aproximación con el surgimiento de los muros de protección de algunas ciudades medievales: "Las murallas construidas con fines de defensa, solían complementarse con torreones y/o fosos, a fin de convertirlas en infranqueables; sólo se podía penetrar a través de un puente levadizo que custodiaba la entrada. En la Edad Media el derecho de asentarse para construir una muralla era un privilegio llamado “derecho de almenaje”. Hasta llegar a la comparación con la muralla que rodeaba al puerto de Veracruz.
La trayectoria de Alicia Yolanda Dorantes Cuellar, comenzó al recibirse como Doctora en Medicina, en la Universidad Veracruzana, laboró 28 años como endocrinóloga en el CMN, IMSS. Veracruz, Ver. Por 36 años impartió la cátedra de endocrinología en la Facultad de Medicina de Veracruz y trabajó los últimos seis años en el Instituto de Investigaciones de la Universidad Veracruzana. Entre el quehacer médico-literario colaboró en el libro Historia de la medicina en la Ciudad y Puerto de Veracruz. Coautora del libro: Historia de la Endocrinología en México. Autora de Endocrinología clínica.
Samuel Pérez García, 1953, es profesor de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 305 en la ciudad de Coatzacoalcos. Estudió Filosofía en la Universidad Veracruzana. Ha publicado poesía, ensayo y cuento. Su último libro es De todas las mujeres, Ediciones Cultura de VeracruZ, 2010. En esta ocasión ofrece su relato: "La Blanca de aquel entonces". En un espacio notable, aparece la colaboración del escritor xalapeño Rafael Toriz, quien advierte en su texto "El fuego de los monos", la comprobación sobre las habilidades lingüísticas de los monos denominados muriquíes, originarios de Brasil. Una pequeña joya narrativa digna de los mejores textos de Borges o Calvino.
Por su parte, Edgar Aguilar, "En algún remoto lugar de las mujeres", analiza el libro De todas las mujeres, de Samuel Pérez García. La joven escritora yucateca Ileana Garma, reseña el libro Siete esqueletos decapitados, de Antonio Malpica, publicado por Océano, Travesía, México, 2009. Se recoge el artículo de Armando Ortiz, "¿Que se mueran los feos?", líneas profundas sobre la realidad de violencia e inseguridad de México. Cierra este número, Irving Ramírez con sus notas críticas sobre: "La Rana René es Rastignac", "La figura del Guerrillero Mago", "En defensa del idealismo". En estas dos últimas colaboraciones, se refieren a la situación de zozobra, incertidumbre, violencia, y crisis contemporáneas en territorio nacional, como conmemoración al centenario de la revolución mexicana.

1 comentario:

Lully dijo...

Loable recuperación de la información historial de México con esta entrada.

Los abrazo!