Por su trayectoria de varias décadas, dentro de la creación literaria
y la labor editorial, en el estado de Veracruz, Raúl Hernández Viveros
ocupa un lugar fundamental. Con el buril de su pluma, se ha hecho de un
espacio donde ha construido su universo narrativo. Heredero de la
tradición editorial de Sergio Galindo, Juan Vicente Melo, Emilio
Carballido y Sergio Pitol, Raúl Hernández Viveros se involucra y sumerge
en el estudio y la tradición de promover las letras veracruzanas, donde
ubica elementos documentales de su historia literaria.
Detrás de la magia, a veces picaresca, de su obra literaria, se
encuentra la experiencia de un lector que dialoga con los libros para
crear su propia obra. Su trabajo incursiona en la reflexión crítica, con
aquellos fragmentos de la investigación que integran su valiosa
perspectiva y la originalidad del gusto y el placer de recordar sus
experiencias y sus peripecias, como buen caballero andante, por Europa.
Raúl Hernández Viveros es un escritor que experimenta la lucha que se
expande cuando logra confrontar al hombre con su destino. En cada uno
de sus libros se registran recuerdos que forman parte de la permanencia y
recuperación de una memoria literaria. De ahí surgen los frutos del
árbol.
Desde su fundación, hace XXI años, la revista Cultura de VeracruZ ha
impulsado a narradores nacidos en la capital de Veracruz: Irving
Ramírez, Carlos Manuel Cruz Meza, Magali Velasco Vargas, Juan Pablo
Rojas Texon, Armando Ortiz, Jaime Renán González Pérez, Omar Piña,
Fernando N. Winfield Reyes, y Alberto Hernández Vásquez, entre otros. En
sus páginas se promovieron las antologías Narradores de México, Muestra
de los narradores veracruzanos, y Escritores del puerto de Veracruz.
Ediciones Cultura de VeracruZ publicó libros de novela, cuentos y
poesías. En julio del presente año, se publicó Amor puro, puro amor, de E. Pablo Zamora P.
El estudio Ficción y poesía, salido de su pluma, está dedicado a
Sergio Pitol, quien es el instigador para animarlo a vivir algunos años
la hermosa experiencia europea, sueño de todo inquieto escritor. Por su
parte, Mario Muñoz, en La Palabra y el Hombre, este año reflexionó sobre
“La primera estancia de Sergio Pitol en Xalapa”, donde asienta y
rememora: “Y el flujo de los recuerdos me trae ahora las reuniones de
Sergio con nuestro grupo de los años sesenta, cuando nos disponíamos a
emprender otras rutas que para algunos han concluido. Lorenzo falleció
hace seis años, Jaime dejó de publicar hace mucho, Raúl edita la revista
Cultura de VeracruZ, y yo, como siempre, sigo aquí, sin saber a dónde
voy.”
Tú sabes, finalmente, mi querido Raúl, que siempre habrá anaqueles
donde se guarde la memoria de unos aventureros osados, que decidieron
invertir sus energías para que ese elemento humano, demasiado humano,
que llamamos Cultura, se expandiera vigoroso en tierras veracruzanas, y
en el que tú has dejado un fruto fecundo y gran impronta.
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