Vino, sentimiento, guitarra y poesía
hacen los cantares de la patria mía.
Cantares...
Quien dice cantares dice Andalucía.
Manuel Machado (1874-1947), Cantares
Manuel Machado (1874-1947), Cantares
Herederos de voces de abolengo como Federico García Lorca, Antonio y Manuel Machado, Gustavo Adolfo Bécquer, Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, Luis de Góngora y Rafael Alberti, los poetas contemporáneos de Andalucía han optado por romper con su propia tradición para embarcarse en los rumbos más experimentales de la palabra.
Propuestas reivindicativas y transgresoras, clásicas y fieles a su tradición conforman el panorama poético andaluz actual, al que la revista Cultura de VeracruZ dedica en número 29 de su Nueva época, correspondiente a marzo de 2008, donde en una breve selección se rastrean los pasos de 19 poetas provenientes de distintas ciudades del sur español.
Así, el sevillano Borja de Diego dedica sus versos a la “Mujer acurrucada”: Cómo recorta el horizonte / tu silueta a contraluz, / con qué delicia / se dibuja tu contorno... y en otro poema afirma “Aún creo en las ciudades”: Corro con ganas por las calles / porque quiero alimentar / mi colección de soles...
Otro sevillano, Diego Vaya, comparte con el lector un poema anónimo donde expresa: Alguien o algo tiene que haber, / alguien o algo, ¿verdad? ¿Quién no te dice / que huyó con tu certeza? Si vieses... Pero sólo sabes / de ti por un reflejo, / por esta claridad de azogue. Isaac Páez, también oriundo de Sevilla, dice en su prosa poética que El amor es impar y tiene dos espaldas. Aquí no sirve la púrpura aritmética. El malagueño José Antonio Padilla asegura en “Instante” que No hay reposo en las playas del atardecer, y en “Insomnio” se pregunta: Qué hago aquí, / imaginándote / sílaba a sílaba, / deletreándote / hueco a hueco.
Otro poeta andaluz contemporáneo, Antonio Villarán, implora: No me des miel / en el filo del cuchillo, y en otro poema expresa: CERO / cero / cero. / lo tengo bien merecido / la historia está sangrando / el espanto es mi abrigo / el campeón se ha rendido.
Carmen Camacho, de Jaén, participa en esta selección con “Solsticio”: MIENTRAS hago el café / de medianoche / --a fin de combatir tanto azahar-- / repienso, / que hoy tomé las calles / hacia ti, / los dedos índices consultados / esquivaron / los otros itinerarios.
También de Sevilla, Coco Manfredi comparte sus penas de amor: Te bebo a cada rato / en cubatas / de Barceló con no me acuerdo qué / para tenerte presente.
Los jóvenes poetas David Eloy Rodríguez, David Franco Monthiel y José María Gómez Valero, pertenecientes al grupo La palabra itinerante, figuran en esta edición con los poemas “La traición de los gallos al amanecer”, “In girus imus nocte et consumimur igni” y “El estratega”, respectivamente.
Por su parte, María Eloy García habla de la nostalgia en “El bien inmueble”: La nostalgia vive en el sexto piso / tira un papel por la ventana / y por un segundo / se confunde con el vuelo migratorio / de un pájaro que quiere aparearse.
La granadina María Salvador evoca a Caín y Abel en “Líneas de Blaschko”: La embriogénesis fue cruel-- / decidió tatuar / curvas de océano en tu espalda / y alas de insecto por tus muslos, / trazando un mapa incomprensible.
Nacho Montoto, cordobés, decidió escribir un “No poema”: Genera un vacío la soledad. / Disfrazando su silencio. / Las horas vagan por la habitación. / Sudan las paredes. / Se calienta el suelo por el que pisaste.
“Yo quería ser como Marilyn” es el título de la poesía que aporta Nuria Mezquita, mientras que el malagueño Raúl Díaz Rosales aborda la presencia divina: amaneció dios en mi casa esta mañana / con signos de agonía / un tímido saludo / ojos vacíos / algo casual / ocurre a veces / un dios que busca amor entre los hombres / un gesto incierto que ame sus razones.
El granadino Rubén Martín hace acto de presencia con “Panóptikon”: Si dejas de mirarme / moriré. En esta habitación, / en este instante, con la torpe violencia / de quien se sabe vivo / y atrapado en su tumba, / sólo tus ojos pueden contenerme, / retirar la armadura que me ciñe los huesos, / medir mi indefensión.
Cierra esta miscelánea poética andaluza, con texto introductorio de Iván Vergara, la gaditana Sara Moguer, con “La visita”: Viértete, que ya ha sido. / Vierte tu más sincero yo, / como Volcano, / sensación de licuar... Complementan esta edición de Cultura de Veracruz, “Un adiós a Emilio Carballido”, de Jonathan Minila Alcaraz, quien aporta también el performance teatral “El último”; el relato de Mario Calderón intitulado “Donde el águila paró”; un artículo que detalla la presentación, por parte de Juan Villoro, del libro de Marco Tulio Aguilera Garramuño Poéticas y obsesiones, publicado por la Universidad Veracruzana, en la reciente Feria del Libro del Palacio de Minería, tema sobre el que abunda Mayra Zepeda en otro artículo; una selección de versos de Nicolás Antonioli, reflexiones sobre la literatura para niños y un par de convocatorias.
Propuestas reivindicativas y transgresoras, clásicas y fieles a su tradición conforman el panorama poético andaluz actual, al que la revista Cultura de VeracruZ dedica en número 29 de su Nueva época, correspondiente a marzo de 2008, donde en una breve selección se rastrean los pasos de 19 poetas provenientes de distintas ciudades del sur español.
Así, el sevillano Borja de Diego dedica sus versos a la “Mujer acurrucada”: Cómo recorta el horizonte / tu silueta a contraluz, / con qué delicia / se dibuja tu contorno... y en otro poema afirma “Aún creo en las ciudades”: Corro con ganas por las calles / porque quiero alimentar / mi colección de soles...
Otro sevillano, Diego Vaya, comparte con el lector un poema anónimo donde expresa: Alguien o algo tiene que haber, / alguien o algo, ¿verdad? ¿Quién no te dice / que huyó con tu certeza? Si vieses... Pero sólo sabes / de ti por un reflejo, / por esta claridad de azogue. Isaac Páez, también oriundo de Sevilla, dice en su prosa poética que El amor es impar y tiene dos espaldas. Aquí no sirve la púrpura aritmética. El malagueño José Antonio Padilla asegura en “Instante” que No hay reposo en las playas del atardecer, y en “Insomnio” se pregunta: Qué hago aquí, / imaginándote / sílaba a sílaba, / deletreándote / hueco a hueco.
Otro poeta andaluz contemporáneo, Antonio Villarán, implora: No me des miel / en el filo del cuchillo, y en otro poema expresa: CERO / cero / cero. / lo tengo bien merecido / la historia está sangrando / el espanto es mi abrigo / el campeón se ha rendido.
Carmen Camacho, de Jaén, participa en esta selección con “Solsticio”: MIENTRAS hago el café / de medianoche / --a fin de combatir tanto azahar-- / repienso, / que hoy tomé las calles / hacia ti, / los dedos índices consultados / esquivaron / los otros itinerarios.
También de Sevilla, Coco Manfredi comparte sus penas de amor: Te bebo a cada rato / en cubatas / de Barceló con no me acuerdo qué / para tenerte presente.
Los jóvenes poetas David Eloy Rodríguez, David Franco Monthiel y José María Gómez Valero, pertenecientes al grupo La palabra itinerante, figuran en esta edición con los poemas “La traición de los gallos al amanecer”, “In girus imus nocte et consumimur igni” y “El estratega”, respectivamente.
Por su parte, María Eloy García habla de la nostalgia en “El bien inmueble”: La nostalgia vive en el sexto piso / tira un papel por la ventana / y por un segundo / se confunde con el vuelo migratorio / de un pájaro que quiere aparearse.
La granadina María Salvador evoca a Caín y Abel en “Líneas de Blaschko”: La embriogénesis fue cruel-- / decidió tatuar / curvas de océano en tu espalda / y alas de insecto por tus muslos, / trazando un mapa incomprensible.
Nacho Montoto, cordobés, decidió escribir un “No poema”: Genera un vacío la soledad. / Disfrazando su silencio. / Las horas vagan por la habitación. / Sudan las paredes. / Se calienta el suelo por el que pisaste.
“Yo quería ser como Marilyn” es el título de la poesía que aporta Nuria Mezquita, mientras que el malagueño Raúl Díaz Rosales aborda la presencia divina: amaneció dios en mi casa esta mañana / con signos de agonía / un tímido saludo / ojos vacíos / algo casual / ocurre a veces / un dios que busca amor entre los hombres / un gesto incierto que ame sus razones.
El granadino Rubén Martín hace acto de presencia con “Panóptikon”: Si dejas de mirarme / moriré. En esta habitación, / en este instante, con la torpe violencia / de quien se sabe vivo / y atrapado en su tumba, / sólo tus ojos pueden contenerme, / retirar la armadura que me ciñe los huesos, / medir mi indefensión.
Cierra esta miscelánea poética andaluza, con texto introductorio de Iván Vergara, la gaditana Sara Moguer, con “La visita”: Viértete, que ya ha sido. / Vierte tu más sincero yo, / como Volcano, / sensación de licuar... Complementan esta edición de Cultura de Veracruz, “Un adiós a Emilio Carballido”, de Jonathan Minila Alcaraz, quien aporta también el performance teatral “El último”; el relato de Mario Calderón intitulado “Donde el águila paró”; un artículo que detalla la presentación, por parte de Juan Villoro, del libro de Marco Tulio Aguilera Garramuño Poéticas y obsesiones, publicado por la Universidad Veracruzana, en la reciente Feria del Libro del Palacio de Minería, tema sobre el que abunda Mayra Zepeda en otro artículo; una selección de versos de Nicolás Antonioli, reflexiones sobre la literatura para niños y un par de convocatorias.
Portada:
[Da click en la imagen para ver en grande]
No hay comentarios:
Publicar un comentario